El profesorado es uno de los factores principales de la calidad educativa, cuyo trabajo se orienta en varias direcciones: la realización de la práctica docente, la función tutorial, y la colaboración con los demás en la consecución de los objetivos del centro.
a) Una buena práctica docente requiere:
Tratar al alumnado con respeto y hacerse respetar.
Crear un buen ambiente de trabajo en clase, entusiasta e interesante.
Ocuparse afectivamente de todo el alumnado.
Atender a las diferentes necesidades y capacidades exigiendo esfuerzo y superación.
Utilizar una metodología activa y participativa.
Fomentar el aprendizaje cooperativo.
Actuar con justicia y equidad.
Confiar en la capacidad de aprender de sus alumnas y alumnos.
Crear hábitos de trabajo en el alumnado y valorar tanto el esfuerzo como el resultado del mismo.
Adaptar el proceso de enseñanza-aprendizaje a la realidad del alumnado
Utilizar materiales curriculares adecuados, diversos, motivadores, ajustados y variados.
Utilizar la evaluación continua y promover la autoevaluación.
Ser capaz de trabajar en equipo
b) La función tutorial debe orientarse a que cada uno de los alumnos y alumnas alcancen las competencias básicas:
Manteniendo relaciones fluidas con el alumnado, informándoles de cuanto les concierne, analizando la evolución individual y del grupo, realizando asambleas, ayudándoles a organizarse, a estudiar y a desarrollar su autonomía y autoestima personal, coordinando objetivos de convivencia y trabajo.
Colaborando con las familias en la educación de sus hijos e hijas.
Coordinando al equipo educativo en los aspectos relativos a la convivencia, los aprendizajes y la organización del aula.
c) El profesorado debe comprometerse en todos los aspectos que tengan por objeto la consecución de la misión del centro, sus objetivos y sus valores; debe participar en la toma de decisiones e implicarse en la realización de los acuerdos de los claustros y equipos docentes.