Los alumnos con suspensos no podrán graduarse en ESO
| Fuente: LAOPINIONDEMALAGA.ES |
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IGNACIO A. CASTILLO El Ministerio de Educación revisará las condiciones en que los alumnos obtienen el título académico al terminar la educación secundaria obligatoria, ya que la legislación actual lo permite hasta con tres suspensos. Es un nuevo anuncio realizado ayer por el ministro José Ignacio Wert, con el que pretende incidir en la búsqueda de la calidad educativa que persigue el Gobierno del PP. Sin embargo, y aunque el ministro califica la situción actual de «agujero», sólo afectaría a un 2,5% de la población escolar malagueña que estudia cuarto de la ESO, y que es la que suele graduarse con una asignatura suspensa y siempre y cuando no la tenga abandonada.
En efecto, la LOGSE prevé que un alumno pueda graduarse con hasta tres suspensos. Pero de la teoría a la práctica dista un largo trecho, según las fuentes consultadas por este periódico. Y es que se trata de situaciones muy excepcionales. De hecho, ya es excepcional conceder el título con dos suspensos. «Hablamos de casos muy concretos, alumnos que sufren alguna enfermedad y han tenido que ser hospitalizados, perdiendo parte de un curso que llevaban bien. O recuerdo algún que otro caso de una alumna que sufría malos tratos en casa», explica José Luis González Vera, director del IES Mare Nostrum, de la capital.
En estos casos, los equipos pedagógicos evalúan no sólo los conocimientos académicos adquiridos por el alumnos, sino su grado de madurez para poder promocionar de curso o la coyuntura socio económica de cada estudiante.
La trascendencia de la nueva medida del Gobierno es limitada y pone en entredicho las declaraciones ofrecidas por el ministro ayer mismo. «Que uno pueda titularse sin haber aprobado todas las asignaturas no deja de ser algo un tanto singular», dijo el titular de Educación. Wert esbozó ayer la reforma académica que prepara el Gobierno, que llegará al Congreso previsiblemente después del verano y entraría en vigor progresivamente a partir del curso 2013/14.
Las mismas fuentes apuntan que el 27% de los alumnos malagueños que ya tienen 18 años (es decir, que han repetido dos veces durante su trayectoria en el colegio o el instituto) termina sus estudios sin lograr el título. Este porcentaje coincide con las tasas de fracaso escolar y que en los últimos cinco años se ha reducido en casi seis puntos, ya que antes era del 33%. Además, según recientes informes, la mitad de los alumnos con 15 años en la comunidad andaluza al menos han repetido una vez, «lo que pone de manifiesto que la LOGSE no es nada permisiva, como la criticaban».
Entre los objetivos que persigue el nuevo Gobierno con esta nueva reforma educativa se encuentra la intención de reforzar las asignaturas instrumentales (lengua, matemáticas e inglés) en un posible cambio de planes de estudio.
Los temarios de Educación para la Ciudadanía se modificarán por real decreto para que se estudien ya el curso próximo, si bien el cambio de nombre por el de Educación Cívica y Constitucional tendrá que esperar a la reforma en sí de la Ley Orgánica de Educación (LOE).
Cuarto de la ESO será un curso de orientación a Bachillerato o a FP. El Ministerio mantiene sus planes de convertir el último curso de Secundaria en un curso puente, que sirva para orientar al alumnado para que elija entre Bachillerato o Formación Profesional. De hecho, el núcleo de la reforma educativa que prepara el Gobierno se centra en que cuarto de la ESO sea un curso «propedéutico», es decir, con «mucha troncalidad y una diversificación de caminos» entre el Bachillerato y la FP de grado medio. Pero este curso seguirá siendo obligatorio y, por tanto, gratuito. «No existe una titulación de la ESO previa a cursar ese año».
El ministro incide en que la idea es que la elección temprana puede servir de motivación para continuar el recorrido académico a estudiantes que hoy no la tienen. No obstante, Wert rechaza el «excesivo grado» actual de elección de materias optativas, aludiendo a la «falta de troncalidad» de los currículos y a la pérdida de la cultura del esfuerzo. También defiende revisar «en profundidad» y acordar con las comunidades los indicadores y criterios de medida del rendimiento académico de las evaluaciones censales de alumnos de la enseñanza no universitaria y articularlas sobre la muestral de PISA.
Fuentes de la Delegación de Educación de Málaga señalan la dificultad que puede existir, sobre todo en los centros privados, si cuarto de la ESO se convierte en una especie de primero de Bachillerato obligatorio, ya que este curso seguiría siendo concertado, pero los siguientes no. La patronal de la escuela privada también ha expresado ya su preocupación en este sentido. Además, muchos institutos de la provincia no ofertan Bachillerato y sería un problema añadido para ajustar este curso puente. |
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