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Durante siglos, la sociedad occidental se ha encargado de acentuar las diferencias en la educación de niños y niñas. A los niños se les enseña a mantenerse fuertes ante los problemas, desafiar el peligro y no mostrar sus emociones mientras que a las niñas les han enseñado a obedecer las normas establecidas, no cuestionar los criterios ajenos y no arriesgarse en la vida.

Afortunadamente, en las últimas décadas hemos dado grandes pasos en relación a la igualdad de género, aunque todavía persisten muchas ideas sexistas que venimos arrastrando desde hace varias generaciones y que pueden representar un lastre para el desarrollo infantil. Por eso, es importante educar a los hijos, y sobre todo a las niñas, desde una edad temprana para enseñarles a pensar por sí mismas y a ser más emprendedoras.

En este caso, los cuentos infantiles pueden convertirse en una excelente herramienta para transmitirles estos valores. Además, estos cuentos no tienen que ser lecturas exclusivas para niñas, sino que los niños también pueden disfrutar de estos cuentos para que también aprendan lo que valen las niñas y no se dejen llevar por algunos pensamientos obsoletos que pueden persistir en el entorno.