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Ya no es suficiente la acumulación de conocimientos y habilidades concretas en las personas, siendo por otra parte necesaria, sino que cada vez cobra más importancia la formación en actitudes
Recientemente hablaba con un directivo de una importante cooperativa y me comentaba un poco apesadumbrado que un socio que había estado muchos años en la cooperativa había decidido irse a otra organización. Me decía que lo que más le había sorprendido es que los demás socios lo habían despedido con parabienes, y él pensaba: “con lo que hemos invertido formándolo, todo lo invertido se pierde, no es para estar contento”.
Esto me recuerda una cita de Henry Ford que dice:
"Solo hay algo peor que formar a tus empleados y que se vayan…
… No formarlos y que se queden”
Henry Ford
La realidad es que hoy en día la formación de las personas es una necesidad empresarial y cada vez más vemos que lo ha de ser a lo largo de toda la vida laboral. El concepto de Lifelong Learning (aprendizaje a lo largo de la vida) es un nuevo paradigma educativo/formativo, abierto a cualquier etapa de aprendizaje de la vida de una persona que ha venido para quedarse. La educación permanente pretende la adquisición de conocimientos y destrezas de forma continua a lo largo de la vida de las personas, para que estas puedan adaptarse a los cambios cada vez más rápidos que hay a su alrededor. Y no tanto adaptarse, que no deja de ser una actitud reactiva, sino anticiparse a los cambios, que es una actitud proactiva.