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El año pasado 167 chicas menores de edad denunciaron en Andalucía ser víctimas de la violencia machista por parte de sus novios, una realidad poco visible pero que aumenta.
Una menor de catorce años fue salvajemente agredida el pasado miércoles por un hombre de 27 años con el que había mantenido una relación. Fue encontrada con múltiples lesiones en cuello y abdomen —recibió al menos una decena de puñaladas— en una vivienda en construcción del barrio Cerrillo de Maracena. Este caso extremo constata cómo la violencia de género afecta cada vez a capas más jóvenes de la población.
Qué se le dice a un chaval de 16 años que, condenado por maltratar a su novia, aún protesta cuando está en terapia y suelta que «si ella no me hubiera dado celos, yo no le habría pegado». Qué cara se pone cuando un niño de 12 años, en Primero de la ESO, ha tenido ya varias novias en su clase y a todas las ha humillado, controlado y obligado a que le practicaran sexo oral. Es el reflejo de los maltratos en menores de 18 años y ejemplos reales de lo que los terapeutas se encuentran cuando trabajan sobre esta realidad silenciada por el drama de la violencia machista sobre mujeres adultas. Pero el maltrato también existe cuando la pareja tiene 14 años.