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Este colegio público de Vallecas está revolucionando la educación
España ocupa el primer puesto en el índice de abandono escolar de la UE. Para dejar de contribuir a esta estadística, el Manuel Núñez de Arenas, en El Pozo del Tío Raimundo, ha adaptado a sus aulas el modelo educativo de Finlandia.
En el ADN del Pozo del Tío Raimundo, en Vallecas, hay una sólida cultura de asociaciones vecinales y reivindicación que aún perdura. Un camino que se inició durante la dictadura, cuando el cura Llanos, un jesuita que había sido confesor de Franco, se trasladó a esta zona entonces repleta de chabolas y empezó a aprovechar las homilías para hablar de materialismo dialéctico. Pero El Pozo, como tantas periferias y extrarradios, también cuenta con otro relato. El del estigma barriobajero marcado a fuego por las crónicas de sucesos de los años ochenta, que alimentaron –y retroalimentaron- un universo de referentes culturales surgidos en sus bloques de viviendas sociales, y que abarca desde el cine de Eloy de la Iglesia a Los Chichos.
En medio de esos dos contextos, y sobreviviendo a todas las transformaciones del barrio se encuentra el Colegio Público Manuel Núñez de Arenas. Con más de medio siglo a sus espaldas, soltó hace siete años los lastres de la educación tradicional, y se inició en una nueva senda. Así, con el fin de lograr la equidad educativa, el claustro decidió expulsar los deberes, los libros de texto, la obsesión por la reproducción perfecta de la caligrafía entrelazada, los exámenes, y hasta la norma de guardar silencio.