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La nueva orden amarra el sistema de subvenciones al ampliar su período de vigencia hasta los seis años, en lugar de los cuatro actuales
Los colegios privados concertados ya tienen la puerta abierta a una de sus más antiguas aspiraciones: concertar también la etapa de Bachillerato. La nueva orden de subvenciones para los centros de titularidad privada pero sostenidos con fondos públicos fue aprobada ayer en la Mesa de la Concertada, y aporta dos novedades polémicas y de calado. La primera, su vigencia, de seis años, en lugar de los cuatro habituales. Una ampliación que para los beneficiados otorga estabilidad a los más de 6.000 trabajadores del sector, pero a la que algunos sindicatos atribuyen la función de dejar el sistema de reparto de fondos «atado» frente a cualquier cambio político.
Mayor transcedencia tiene aún la inclusión del Bachillerato como etapa susceptible de subvencionar. Aunque ni la orden ni los presupuestos contemplan asignación alguna para esas subvenciones, el mero hecho de regular la cuestión inquieta a centrales como Comisiones Obreras, a quienes les preocupa el traspaso de fondos públicos a centros privados. La orden, que estaría en vigor hasta el curso 2022-2023, desglosa en su artículo 6 los niveles y ámbitos del concierto educativo, entre los que incluye la Formación Profesional y el Bachillerato. La consejera de Educación, María Isabel Sánchez-Mora, detalló ayer que esa modalidad de conciertos se realizará, como en el resto de etapas, «siempre y cuando se satisfagan necesidades de escolarización y atendiendo a la demanda social existente".