Aprovechando la publicación de los 3 primeros Ecrossistemas en sudamérica, recupero y retoco un texto que escribí hace unos años en relación a la maratón, pero que es perfectamente extensible a esta nueva modalidad de carreras en la naturaleza que vamos grabando y en general a cualquier tipo de actividad deportiva que exija un poco de entrenamiento y constancia.
Que conste que en lo deportivo no me considero maratoniano, tan solo he terminado 4 maratones, que es bien distinto. Y si vierais cómo terminé alguna de ellas coincidiríamos en que no tiene un mérito enorme. Soy un perfecto intruso en este mundo de mercenarios de los kilómetros. Pero me encuentro cómodo entre ellos y les admiro, sobretodo su voluntad. Para mí el deporte es una excusa social que me ayuda a cuidarme y sentirme bien. Además, durante la ruta es el mejor seguro de viaje.
Correr 4 veces la maratón de Sevilla me ha enseñado algunas cosas:
• Si no entrenas lo suficiente lo pasas mal al final, el famoso muro pasará factura.
• La larga distancia pone a cada uno en su sitio.
• El sobrepeso es un pésimo aliado.
• No hay que ser Superman para terminarla, aunque sí para hacer un buen crono.
• Lo más duro es, sin duda, el entrenamiento: constante, programado, metódico, progresivo e inamovible, nada que ver conmigo. Pero es sobre todo incómodo para el resto de la familia.
• Mejor no subir ni bajar muchas escaleras el día después.
• Lo más difícil es mantener una constancia hasta el final para poder llegar medianamente entero.