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 El ministro también tiene previsto revisar los programas sobre ordenadores y bilingüismo. Las oposiciones docentes se congelarán en la gran mayoría de las comunidades autónomas.
ANTONIO M. YAG E.

No tan deprisa. El objetivo estrella del Gobierno de Mariano Rajoy en educación de alargar el Bachillerato un año no llevará la velocidad anunciada. Entre otras cosas porque conlleva la compleja y polémica eliminación del 4º curso orientador de la ESO y se necesita tiempo para llegar al máximo consenso. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, admitió ayer, que la reforma es más enrevesada de lo previsto y anunció la apertura de un período de reflexión compartida con todos los agentes implicados sobre sus encajes e impactos en la arquitectura educativa y una evaluación de los costes. No obstante, confió en tener lista la normativa antes de que acabe el año para que pudiera empezar a aplicarse en el curso 2013-2014.

Trataremos de hacer compatible la determinación de llevar a cabo la reforma con la paciencia, abundó el titular de educación tras su primera conferencia sectorial casi monocolor, con 11 comunidades gobernadas por el Partido Popular desde junio.

EN SEPTIEMBRE Mientras, la eliminación de un 4º de un ESO orientador aprobada por el anterior Gobierno y tibiamente contestado por el PP cuando estaba en la oposición, que tendría que entrar en vigor el próximo septiembre, deja en suspenso los beneficios para al menos tres cursos de escolares. Proponía tres opciones: una con asignaturas enfocadas al bachillerato de letras, otra al de ciencias y la última a la FP. El Gobierno quiere ir un paso más allá con el objetivo de reducir el fracaso y el abandono escolar separando un año antes a los alumnos que no quieren seguir por la vía académica llevándoles a la FP.

PADRES EN CONTRA Padres y sindicatos ya se han manifestado en contra porque supondría la segregación del alumnado un año antes, restando formación y por el complicado engranaje que del nuevo modelo a la hora de organizar los cursos y disponer de un profesorado adecuado.

Varias comunidades ya tenían en marcha sus programas para el próximo curso sobre el 4º de ESO, y algunas se muestran dispuestas a evaluar el plan propuesto por Wert, pero denuncian que ven más complejidad que beneficios.

Eliminar un curso de ESO --explican-- tiene unas derivaciones en la política de centros de gratuidad que hay que tener muy en cuenta porque los beneficios pueden ser menores que los inconvenientes.

Pero al mantener la escolarización obligatoria hasta los 16 años, los alumnos de 15 que no hayan repetido deberán decidir si van al bachillerato o a la FP y estarán obligados por ley a cursar, al menos, el primer curso, aunque quieran dejar los estudios a los 16. Por otra parte, si el primer curso de bachillerato para a formar parte de la escolarización obligatoria habría que subvencionarlo, y al subvencionar 1º se abre la puerta a concertar todo el ciclo. O que alumnos sin recursos deban recalar en los centros públicos o abandonar sus estudios. Según algunos consejeros, creará unos desajustes brutales.

Wert anunció que las circunstancias económicas llevarán a su departamento a revisar los programas de cooperación con las comunidades autónomas como el de digitalización educativa Escuela 2.0, en búsqueda de una eficiencia mayor. Los responsables de las autonomías estiman que la revisión pondrá en peligro la supervivencia del programa de ordenadores en las aulas, ya que la aportación del Gobierno para ello es clave.



CONGELADAS También se verán afectadas las convocatorias de las oposiciones docentes. La mayoría de las comunidades ni siquiera se acercarán a las restricciones impuestas por el Gobierno de cubrir un máximo de 1 de cada 10 jubilaciones. Solo Andalucía y el País Vasco tienen intención, según sus consejeros, de celebrar oposiciones este año. El ministro defendió que acumular la oferta de plazas para el 2013 supondrá una mejora en el proceso de selección y formación del profesorado.