El centro estudia las aplicaciones educativas del dispositivo Oculus Rift.
El colegio malagueño MIT School, siempre a la vanguardia en la implantación de tecnologías para la enseñanza, está llevando a cabo una investigación sobre nuevas técnicas didácticas. En este caso, se trata de estudiar los posibles usos educativos de la realidad virtual a través del dispositivo Oculus Rift, para lo que el colegio adquirió hace un tiempo los Developers Kits DK2. Estos han sido comercializados hasta el momento solo para desarrolladores de software, pero MIT, centro innovador en educación, pudo hacerse con ellos -algo que no ha podido realizar ningún otro centro en España hasta la fecha-.
Las empresas que están trabajando con estos dispositivos confían en que, en un futuro no
muy lejano, nuestras comunicaciones se realicen a través de los mismos, de modo que
podamos no solamente ver o escuchar, sino sentir cerca a personas que estén lejos de nosotros, haciendo posible incluso llevar a cabo una visita médica virtual.
No obstante, dejando de lado este uso futuro y el más próximo en el tiempo -el orientado al
ocio-, los investigadores de MIT School consideran que el Oculus Rift tiene un gran potencial para la enseñanza. Así, ponen como ejemplo la posibilidad de visitar monumentos como el Coliseo de Roma o la catedral de Notre Dame “como si estuvieras realmente allí”, realizar experimentos químicos, explorar el universo en primera persona, manipular células, entender la fisión nuclear o navegar por el torrente sanguíneo del cuerpo humano para entender mejor su biología.
Es en estos aspectos donde MIT School centra su estudio, colaborando para ello con múltiples compañías desarrolladoras de software sitas, como el propio MIT, en el PTA. De
este modo, el colegio -el único en el mundo integrado en un Parque Tecnológico- saca, una vez más, el máximo provecho a su ubicación.
