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La Consejería de Educación recibió esta mañana un segundo requerimiento del Ministerio del ramo instándole a «corregir» ciertos aspectos de las instrucciones que la Junta envió hace casi un mes a los colegios andaluces para que ejecuten el modelo andaluz de evaluación a los alumnos de 6º de Primaria. Andalucía está entre las comunidades autónomas que no aplicará la prueba externa al final de esta etapa, como establece la Lomce y el real decreto del Ministerio, porque defiende un modelo de evaluación contrario a las «reválidas» y los “ranking”.

 

En su lugar, la Junta ha pedido a los maestros de 6º de Primaria que en los primeros 15 días de junio elaboren un informe individualizado de cada estudiante, que servirá para evaluar su nivel en competencias lingüísticas, matemáticas y ciencias al final del curso y de la etapa. Ese informe será supervisado por una comisión externa, pero lo realizarán los maestros del propio alumno, basándose en un esquema de evaluación continua a lo largo del año, y no exclusivamente de un examen final. “Yo, que puedo hablar casi de la prehistoria, recuerdo cuando hacíamos las reválidas de niñas. Estábamos un año preparando ese examen, porque servía para compararnos a unos con otros. Eran ranking, pero entonces no los llamábamos así, porque todos hablábamos en castellano”, bromeó la consejera de Educación, Adelaida de la Calle, durante su comparecencia en el pleno del Parlamento. Con todo, la Junta entiende que no está incumpliendo la ley, sino que la está “interpretando”, como han hecho otras comunidades autónomas, incluidas algunas gobernadas por el PP, como Castilla y León y Galicia, recordó De la Calle.