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El profesor español que quedó finalista del Global Teacher Prize nos explica qué cosas ha aprendido de sus alumnos y de su experiencia.
1. Que debemos hacernos muchas preguntas. Los alumnos me han hecho preguntas maravillosas. Por ejemplo: "¿Por qué tenemos dobleces en las orejas?". Ellos me han enseñado a admirarme otra vez por lo que nos rodea y a valorar las pequeñas cosas.
2. Que la escuela no es una burbuja. No es solo un lugar donde adquirir conocimientos: en la escuela también se aprende a vivir en sociedad y es el lugar perfecto para ayudar a los padres a educar a sus hijos. Así que el conocimiento es solo una parte: el hacerles conscientes de que somos parte de la sociedad y darles herramientas para ser seres sociales es fundamental.
3. Que debemos sintonizar con el mundo de los niños. No debemos arrastrar a los niños hasta el mundo de los adultos e intentar que piensen como nosotros, porque todavía no han vivido en la adultez. Sin embargo, los adultos sí hemos sido niños, por lo que, para hacernos entender, nosotros tenemos que hacer el viaje hasta su mundo.