Os presentamos el nuevo proyecto del alumnado de 3º de ESO del Colegio Antonio Machado de Sevilla.
Partiendo de la base del libro -El emocionario- de Palabras Aladas. Especialmente inspiradora ha sido para mí la tarea llevada a cabo por Elena (no os perdáis su blog: El Aula de Elena) puesto que hizo un maravilloso proyecto con sus alumnos de primaria. También me ha ayudado mucho la profe de Inglés, Lucy, ¡es fantástica! Por cierto, no os perdáis su blog :) (New ways of teaching).
Sin embargo, aunque he tomado como referencia el libro y lo realizado por Elena, nosotros lo vamos a trabajar de manera un tanto diferente. Por supuesto hablaremos de las emociones, pero intentaremos destacar cómo estas se manifiestan y evolucionan durante la adolescencia (si es que sentís que lo hacen). Por otra parte, utilizaremos algunas de las actividades que proponen, pero también incluiremos nuevas dependiendo de la emoción que trabajemos y relacionándolo tanto con la adolescencia como con contenidos lingüístico-discursivos de nuestra materia y curso (más abajo especifico un poco más). Además, vuestras profes de Inglés también van a trabajar este aspecto con vosotros, ¿qué más se puede pedir? :)
La adolescencia es, sin duda, un periodo complejo y en el que se hace imprescindible una educación emocional. Sin embargo, no dejaremos de lado los aspectos que se incluyen en el currículum de vuestro curso y los integraremos. Es por ello que se trata de un proyecto a largo plazo y en el que todos tendremos que poner de nuestra parte. La intención es que sea una secuencia global en el que la educación emocional sea el camino central y los distintos contenidos las diferentes paradas en las que descansemos de nuestro caminar. Se trata de que ambas partes se retroalimenten y su relación tenga sentido (es decir, no vamos a ver los sinónimos porque sí, sino porque en la emoción que trabajemos sea necesario y nos enriquezca el camino).
¿Qué es el Emocionario?
El Emocionario, tal y como señalan en Palabras Aladas, describe, con sencillez, cuarenta y dos estados emocionales para que el niño (y el adulto) aprenda a identificarlos y, así, pueda decir lo que realmente siente. Como iremos viendo, esto nos servirá para nuestra vida personal pero, también, para la laboral/estudiantil. Porque, además de contento, triste o enfadado, ¿utilizáis mucho más adjetivos para describir vuestro estado de ánimo?