PUBLICADO EN GRANADAIMEDIA.COM
21-05-2014
Coco es un tímido cocodrilo que por las noches acude al parque solo y pasa los días durmiendo, hasta que la pequeña Paula descubre sus huellas, las sigue y llega hasta él para iniciar una bonita amistad. A pesar de contar con una amiga, su primera amiga, a Coco le gusta regresar alguna que otra vez al parque él solo.
Este miércoles, Coco el cocodrilo visitó la Escuela Infantil Luden, en la Chana, donde las maestras y padres participaron en una sesión de cuentacuentos a partir de esta historia de Kathrin Kiss sobre la timidez y la amistad. Con los ojos bien abiertos, los niños escuchaban a su maestra, Rosa Mari Comino, aplaudían, sonreían y participaban en la trama.
A lo largo de toda esta semana la escuela infantil acoge estas sesiones, en las que los padres de los niños participan representando a los personajes de los cuentos, dentro de la semana cultural del centro. Ésta es sólo una de las muchas actividades que celebran en Luden en torno a la cultura, y que se completa con una feria del libro y una fiesta intercultural que se celebrará el próximo viernes.
La Escuela Infantil Luden abrió sus puertas, con otro nombre, a principios de los ochenta. Desde 1992, Rosa Mari Comino, Mari Carmen Sánchez y Guadalupe Vílchez trabajan juntas en este centro, que tomó su actual nombre en el año 2000, cuando se constituyeron en cooperativa. Alrededor de 1500 niños han pasado por la escuela desde su fundación, en la que participó Amalia Carvajal.
Más de treinta años después, la escuela mantiene su actividad, ahora concertada con la Junta de Andalucía, y cada año organiza su semana cultural en una clara apuesta por acercar a los niños a la literatura. Este jueves, los pequeños visitarán la Biblioteca Municipal de la Chana, donde asistirán al cuentacuentos que allí se celebra y podrán ver y tocar los libros.
Algunos de ellos apenas hablan o ni siquiera caminan, pero todos saben lo que es un cuento y asisten expectantes a estas sesiones en las que importa más la entonación y la gestualidad que las palabras. De la imitación surge el aprendizaje y con actividades como éstas los pequeños no sólo se acercan a las letras, sino que trabajan la empatía, entre otras emociones.
Y ése es precisamente el fin de la fiesta intercultural que cada año organiza el centro, donde este curso conviven niños de cuatro nacionalidades distintas (españoles, marroquíes, senegaleses y ecuatorianos): fomentar la convivencia, aprender a respetar al otro y crecer en la diversidad. Padres, maestras y alumnos participarán en un encuentro para conocer y disfrutar la gastronomía, la música y los ‘colores’ de cada nación desde el placer del ‘descubrimiento’.
