Desde ACES, nos han pedido que escribamos un artículo sobre cómo ha sido el proceso de certificarnos en CALIDAD, desde nuestro punto de vista ha sido muy entretenido aunque no tan difícil, ya que muchas cosas se venían haciendo aunque no registrando.
La certificación es positiva, ya que gracias a ella los clientes tienen mucha más confianza en nuestro servicio que en otros prestados por centros que no lo están. Los clientes cuando conocen que estamos certificados saben que vamos a satisfacer sus necesidades y expectativas, así como que estamos continuamente mejorando nuestro servicio. Nos hace diferentes y comprometidos con nuestra labor. Gracias a la certificación la E.I. Colores se diferencia de otras empresas de la zona aumentando nuestra reputación e imagen.
Para las trabajadoras ha sido beneficioso, nos hemos parado, revisado nuestro trabajo y hemos apreciado la labor que realizamos, que muchas veces ni nosotras mismas somos conscientes. Al revisar nuestra labor hemos puesto sobre la mesa la gran cantidad de cosas interesantes e importancia de lo que hacemos.
También la implantación del sistema ha supuesto una mejora en la coordinación y comunicación entre el personal del centro, así como mejoras en la organización interna.
El entrar en calidad nos ha ayudado a planificar y controlar detalladamente todo lo que día a día hacemos en la escuela: programaciones, normativas, fichas de información de los alumnos y alumnas,… y nos ha ayudado a la creación del Libro del tutor, un documento fantástico donde tenemos recogido todo lo imprescindible para realizar nuestro trabajo diario. Ha sido todo un descubrimiento tener todo el curso en las manos todo el año, ha sido una herramienta muy valiosa, nos ha permitido revisar, mejorar y planificar con mayor claridad para cursos próximos.
Ahora que lo más complicado ha pasado, es cuando entendemos el famoso ciclo de Deming (PDCA), hay que planificar, hacer, revisar y actuar. Aunque tenemos que confesar que en un principio todo parecía un poco caótico y sin sentido, hoy por hoy vemos mucha utilidad a eso de escribir lo que se hace, cumplir lo que se escribe y demostrarlo en todo momento; y ésto ha sido mágico, nos ha obligado a centrarnos en lo que hacemos y a no hacer por hacer, a concretar, a tener registros para poder certificar que lo que se hace es real y además se ve. Nos ha ayudado mucho a plantear nuestros objetivos y metas a conseguir y a crear las actuaciones correctas encaminadas a conseguir dichos objetivos, sin olvidarnos de su posterior evaluación para mejorar y también nos ayuda a tener una mayor organización y planificación del trabajo que se va a realizar.
Uno de los grandes problemas de la Educación Infantil es que es una etapa infravalorada, se nos considera de “cascarilla” en todos los estamentos, incluida la propia Consejería de Educación; que si bien nos reconoce como etapa educativa todavía queda mucho camino por andar. Así que queda de nuestra mano el darle nosotros mismos, los profesionales de este sector, la importancia que se merece, preocupándonos por ella, mejorándola en todo momento, estando a la vanguardia y para ello un gran paso es estar certificados en calidad.
ARTÍCULO PUBLICADO EN LA REVISTA Nº 21 DE FEBRERO DE 2011 DE ACES